En un mercado cada vez más competitivo, la agricultura está desarrollando herramientas y tecnologías para aumentar la productividad. Con este objetivo surgió la agricultura de precisión, una práctica que usa tecnologías para recopilar datos de la plantación y, con estos, hacer la administración agrícola, resultando en altas productividades.
Esto se da porque cada parcela del suelo tiene diferentes propiedades físicas, químicas y biológicas, o sea, variabilidad, la que determina su potencial productivo. A partir de la interpretación de las informaciones que se tienen del suelo, se generan mapas de prescripción que indican distintas zonas de manejo y señalan dónde debe aplicarse el insumo, el momento adecuado y la cantidad necesaria. Todo ello con precisión y certeza, evitando desperdicios y llevando al máximo la productividad del área.
Esta es la tecnología de tasa variable, usada tanto en el plantío como en la aplicación de fertilizantes y enmiendas agrícolas. A más cantidad de informaciones, más preciso será el diagnóstico. El análisis de estos datos hace posible cambiar procesos y añadir nuevas tecnologías para aumentar la eficiencia del sistema productivo.
En el plantío con tasa variable, por ejemplo, mapas de prescripción ajustan la población a las zonas de manejo. En la práctica, en el cultivo de soya y de trigo, las áreas consideradas con bajo potencial productivo reciben una cantidad más grande de semillas. Por otro lado, las zonas de manejo con alto potencial reciben una concentración de semillas menor. En el cultivo del maíz la regla se hace inversa, con más concentración de semillas en las áreas de alto potencial productivo.
Las tecnologías de agricultura de precisión pueden estar incorporadas en máquinas agrícolas y sistemas de información geográfica (GPS), accesibles a pequeños, medianos y grandes productores. Además, pueden usarse en los más diferentes cultivos, buscando aumentar la productividad, disminuyendo costes con producción e impacto ambiental.
Agricultura de precisión en Brasil
En la década del 90, la agricultura de precisión comenzó a incorporarse en Brasil por medio de algunos experimentos en Paraná y en el Centro Oeste del país. El 2020, inspirado en el éxito de la agricultura de precisión en países desarrollados como Estados Unidos, Alemania, Inglaterra y Australia, se creó el Projeto Aquarius, que reunió productores rurales, una universidad e industrias de máquinas, fertilizantes y genética, para ampliar los estudios acerca de la agricultura de precisión en el sur de Brasil.
Stara fue una de las creadoras del proyecto que tuvo, como objetivo inicial, demostrar que la agricultura de precisión podría aplicarse en escala comercial en las plantaciones del sur de Brasil. Hoy, el proyecto cuenta con el banco de datos más grande del mundo acerca del tema.
Incluso, el año 2000, anticipando tendencias para aumentar la productividad en el campo, Stara comenzó a trabajar con equipos para agricultura de precisión. Todo empezó con un viaje que Fernando Stapelbroek Trennepohl, hoy consejero y responsable por la División Agrícola de Stara, hizo a Estados Unidos, donde conoció la tecnología de agricultura de precisión.
Los primeros controladores eran importados e impulsaron a que Stara conociese y dominase la tecnología, la que pasó a ser fabricada por la propia marca. Desde ahí, Stara comenzó a incorporar la agricultura de precisión en el desarrollo de sus equipos.
Y, por causa de la importancia de los trabajos desarrollados por el Projeto Aquarius y este tener como sede la ciudad de Não-Me-Toque, en Rio Grande do Sul, donde está localizada la matriz de Stara, el año 2007, una ley estatal dispuso que el municipio es la Capital Nacional de la Agricultura de Precisión.
Productos Stara con agricultura de precisión
Los estudios sobre agricultura de precisión, llevados a cabo por el Projeto Aquarius, le inspiran a Stara desarrollar diversas máquinas y equipos. La tasa variable, por ejemplo, llevó a que se crease el Sistema Control, tecnología integrada en las plantadoras que ajusta instantáneamente la tasa de semillas y fertilizantes de la máquina, concediendo más practicidad y agilidad en el plantío. Estudios muestran que el Sistema Control genera un ahorro de 5,7 % en la siembra de maíz, y 4 % en la de la soya.
Tenemos otro ejemplo en los controladores, como el Topper 5500, diseñado y fabricado por Stara, con tecnología capaz de gestionar varias máquinas agrícolas y controlar diferentes operaciones en solo un equipo. El Topper 5500 cuenta con sistema Android (sistema operativo más usado en el mundo en aparatos móviles), entrada para hasta seis cámaras alternadas (que pueden colocarse según la necesidad de operación) y Sistema Control de serie. El Topper está integrado en los pulverizadores y distribuidores autopropulsados y en las plantadoras de Stara.
Un ejemplo más es la Telemetría Stara que permite administrar las operaciones hechas en la plantación, en tiempo real, por medio de un aparato con acceso a Internet. Con la Telemetría Stara, el productor puede planificar la logística de trabajo, mejorar la flota, reducir los costes de operación y evitar desperdicios y perjuicios en la plantación.
El Cero Amasado es una tecnología exclusiva de Stara que ejecuta el plantío con desconexión automática de las líneas en el lugar en el que se dará el tránsito de pulverizadores y distribuidores. Esto le permite al agricultor ahorrar hasta 4 % en semillas. El Cero Amasado está disponible para todas las plantadoras con Desconexión Línea a Línea y todo el proceso de funcionamiento es hecho en el Topper 5500, sin necesidad de mapas.
La agricultura de precisión es parte de la historia de Stara y sigue siendo fundamental en su crecimiento.